Parque arqueológico de Libisosa
Lo que hoy es el municipio de Lezuza, en Albacete, fue la colonia romana de Libisosa. Un territorio que basaba su riqueza en el control de las rutas ganaderas, lo que la convirtió en un enclave de excepcional importancia en la Antigüedad, constituyendo a día hoy uno de los yacimientos más potenciales de toda España.
La prueba de ello es el descubrimiento de algunos materiales hallados en el yacimiento, ubicado en el llamado “Cerro del Castillo” y que perfilan la imagen de un notable conjunto romano. Y es que esta colonia, tal y como apunta Héctor Uroz, codirector de las excavaciones en el yacimiento, pasa por una serie de fases históricas que la sitúan desde la prehistoria hasta el medievo, pasando por los periodos más imponentes ibérico y romano. Constituía, dice, “una especie de Pompeya Ibérica” ya que al igual que la ciudad arrasada por la erupción del Vesubio, Libisosa fue destruida en el contexto de las guerras sertorianas, las guerras civiles que se sucedieron en Hispania en el Siglo I antes de Cristo.