Dª. Oliva de Sabuco y Nantes

Oliva Sabuco fue una mujer digna del calificativo de filósofa, pensadora, humanista y doctora. Pero, a pesar de que en vida fue reconocida por sus coetáneos, pronto sus ideas fueron adoptadas por otros como propias y siglos después se le llegó a negar su talento.

Oliva Sabuco de Nantes Barrera nació el 2 de diciembre de 1562 en Alcaraz.

Por alguna razón desconocida, Oliva recibió los apellidos de sus dos madrinas, Bernardina de Nantes y Bárbarra Barrera y no la de sus padres, el boticario Miguel Sabuco y Francisca de Cozar. Oliva esta en la mitad de una larga lista de hijos, ocho en concreto, de los cuales no todos llegaron a la edad adulta.

Oliva nació en el seno de una familia acomodada. Su padre, además de boticario, fue durante largo tiempo, Procurador Síndico de la ciudad. Es muy probable, aunque no está documentado, que Oliva recibiera su primera educación en el colegio para niñas de las madres dominicas en su ciudad natal. Pero posteriormente, rodeada de un buen número de intelectuales que se relacionaban con su familia, Oliva tuvo la posibilidad de aprender medicina, botánica y ciencias naturales de la mano de su padre. Su padrino, el doctor Alonso de Heredia también fue clave en su educación, así como su hermano mayor que había ido a la universidad para ser boticario como su padre.

La educación de Oliva la completaron otros eruditos amigos de la familia que le enseñaron latín.

Una educación más que excepcional para una joven del siglo XVI que supo aprovechar con gran inteligencia y talento.

Todo aquel conocimiento unido a una magnífica capacidad intelectual dieron sus frutos en forma de libro. En 1587 Oliva Sabuco publicaba una obra que puede ser calificada de enciclopédica: Nueva filosofía de la naturaleza del hombre, no conocida ni alcanzada de los grandes filósofos antiguos; la cual mejora la vida y la salud humana.

En su magna obra, Oliva aborda temas tan modernos como la medicina psicosomática y se adelanta a otros sabios como Descartes o Servet, mientras no duda en cuestionar a los grandes hombres del pasado como Aristóteles o Galeno. Como pensadora fue también una adelantada a su tiempo al abordar cuestiones tan modernas como la libertad del individuo, la dignidad humana o el pacifismo.

La Nueva filosofía, formada por cinco tratados, tuvo tal éxito que al año siguiente ya se había hecho una segunda edición a la que le siguieron siete reediciones hasta 1734, algo poco común en aquellos tiempos. La obra de Oliva traspasó fronteras llegando a Europa y América, lugares demasiado lejanos para una mujer que no pudo defenderse ante las escandalosas copias de sus ideas que la historia terminó atribuyendo a otros. Hombres, claro está.

Oliva Sabuco aun tendría su sufrir un nuevo golpe a su obra muchos siglos después. Cuando a principios del siglo XX se descubrió un supuesto testamento de su padre en el que parecía apropiarse de la autoría de la obra de su hija, se inició un encendido debate entre los defensores de uno y de otra.

De la vida personal de Oliva se sabe que se casó en 1580 con Acacio de Buedo pero en ningún documento se deja constancia ni de su posible maternidad ni tan siquiera de la fecha de su fallecimiento, la cual algunos estudiosos sitúan en el año 1622.

Para saber más

Sobre el artículo original

El artículo La nueva filósofa, Oliva Sabuco (1562-1622) se publicó en el blog Mujeres en la Historia de Sandra Ferrer Valero el30 de enero de 2014.

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